En pleno Ártico, una osa polar, avistada por un grupo de investigadores, ha sido anestesiada mediante un dardo disparado a distancia. Una vez realizadas las correspondientes verificaciones científicas, la osa es reintegrada a su entorno habitual, el efecto anestésico desaparece y pronto se le ve correr a reencontrarse con sus oseznos que aguardan preocupados. Al de un rato, y mientras se pierden en la distancia, charlan entre ellos: - “¿Donde has estado mamá? ¿Porqué nos has dejado solos sin avisarnos?” -“Pues no sé qué ha pasado, tras la aparición de esos intrusos que caminan a dos patas me entró un sueño terrible, y creo que estuve traspuesta un rato; no me había ocurrido nunca. Por cierto, he soñado que atrapaba a uno de ellos, lo desmenuzaba y lo compartía con vosotros. Cuando desperté todavía estaban allí y dudé si ir a por ellos o no. Al final les he dejado largarse, me da en la nariz que pueden ser venenosos. Bueno, en marcha y a ver si encontramos alguna foca…”.
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Nombre: Josu Insausti
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País: España
El diálogo excelente, me recuerda a muchos conocidos narrando sus porqués luego de una huida.
ResponderEliminarMe encantó, tierno, felicitaciones.
ResponderEliminarQué razón tiene mamá osa, venenosos, sí.
ResponderEliminarLas mamás son listas, eh... Me ha gustado.
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